La “democracia” neoliberal mostró sus garras

05/06/13-.Las violentas protestas que desde el viernes se producen contra la política neoliberal del Gobierno turco y en las que fueron arrestadas cerca de mil personas, se redujeron en Estambul, aunque sigue la tensión en Ankara, donde se produjeron algunos choques con la policía.

La policía turca volvió a reprimir con gases lacrimógenos y carros hidrantes a cerca de un millar de manifestantes que intentaban acercarse a la sede del Gobierno turco en esta capital, según informaron testigos desde el lugar de los hechos citados por EFE.
Mientras la policía busca impedir la llegada de los manifestantes a la sede de la Jefatura del Gobierno, otras 10.000 personas permanecen de forma pacífica en la céntrica y cercana plaza Kizilay.

La contundencia empleada hoy por la Policía turca fue algo menor que ayer, luego que la ferocidad policial obligó al primer ministro Recep Tayyip Erdogan a reconocer "errores en la actuación" y admitir que fue "demasiado dura".

Por otra parte, en Estambul la situación parecía más calmada, con miles de activistas reunidos en la céntrica plaza Taksim y el cercano parque Gezi, cuya planeada demolición fue el detonante de esta ola de protestas antigubernamentales.

La retirada ayer de la policía fue festejada por miles de personas como una "victoria", aunque hoy Erdogán, volvió a insistir en que no dará marcha atrás a los planes urbanísticos en el centro de Estambul, acusó a la oposición a ser responsable de las protestas contra su gobierno y calificó de "matones" a los manifestantes.

"No podemos quedarnos mirando cuando algunos agresores en la plaza de Taksim provocan al pueblo", advirtió Erdogan en un discurso que distó mucho de la moderación y conciliación pedida ayer por el presidente de Turquía, Abdullah Gul.

¿Quién pagará por los escaparates rotos? ¿Qué tiene que ver esto con la democracia y la lucha por los derechos?", se preguntó Erdogán golpeado por uno de los mayores movimientos de protesta de Turquía en una década.

Con estas palabras, sin embargo, Erdogán está lejos de tranquilizar a los manifestantes que pasaron en Estambul toda la noche en el parque Gezi, que fue reocupado de inmediato tras la retirada de la policía.

Melike, una estudiante que acudió a limpiar el parque aseguró -citada por EFE- que no saben que pueda pasar ahora "pero está claro que si regresa la policía, volveremos a reaccionar, esto continuará el tiempo que sea necesario".

"Ya no se trata del parque sino de una lucha contra la actitud dictatorial del gobierno: cada vez que tres o cuatro colegas se manifiestan por algo, mandan un blindado de la policía", denunció.

La oposición consideró que las palabras del primer ministro, cuyas palabras calificó de "incendiarias" y Ilhan Cihaner, influyente diputado del opositor Partido Republicano del Pueblo (CHP), dijo que Erdogan "echó gasolina al fuego".

Justo cuando la gente empieza a calmarse, sus declaraciones vuelven a provocar rabia", dijo Cihaner.

Por ahora, en Estambul siguen las barricadas de contenedores de basura, macetas y planchas metálicas en varias calles estratégicas, reforzadas y perfeccionadas por los activistas anoche, tras la retirada de la policía de la plaza Taksim y sus alrededores.
Según los datos oficiales, en los disturbios de los últimos días se produjeron 79 heridos y 939 detenidos, que en su mayoría ya fueron liberados, mientras otras fuentes -no oficiales-, aseguran que hubo más de 1.500 personas que precisaron asistencia médica.

Una página web de la oposición aseguró hoy que un manifestante, un hombre de 26 años, falleció por un disparo recibido ayer en la cabeza, aunque su muerte no fue sido confirmada de forma oficial.

Otro manifestante perdió un ojo mientras que dos personas siguen desaparecidas, pero su muerte no se ha confirmado tampoco hasta ahora.

 
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